Éffata!
Éffata!

Éffata!

Perlas Cristianas
¡Éffeta!
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Eso tan necio, el anuncio de la salvación, es la gran sabiduría de Dios. Cuanto más inútil es el medio, tanto más fuerte se manifiesta Dios. Y aquí nos encontramos con el gran valor que ha tenido y tiene siempre la predicación en la Iglesia. Por el anuncio de la Palabra se llegó a la fe. Por la predicación y la catequesis, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica.