El ascenso y la caída de los Templarios se desarrolla desde la Primera Cruzada hasta su dramática desaparición en 1314. Hugues de Pince y sus compañeros fundaron la Orden Templaria para proteger a los peregrinos que viajaban a Jerusalén.
Durante dos siglos, los Templarios ganaron un inmenso poder, riqueza e influencia, combinando la devoción monástica con la destreza militar. Su dominio abarcó fortalezas, redes financieras y guerras santas, pero su propósito flaqueó con la pérdida de Tierra Santa.
Sospechosos de herejía y corrupción, enfrentaron traición, encarcelamiento y juicios brutales.