No será la primera vez que escuchan la frase "un tercio de nuestra vida nos la pasamos durmiendo", pero es así. Imagínense la cantidad de cosas que podríamos hacer si no tuviéramos que "desperdiciar" tantas horas de nuestro tiempo haciendo absolutamente nada. Los fundamentalistas de la siesta se van a enojar, pero hoy flashamos un poco sobre las ventajas de no tener que dormir.