Hoy en Diario en Movimiento hablamos de cómo estos pequeños clips animados, que nacieron en los años 80, siguen siendo protagonistas en la conversación digital.
Cuando parecía que los GIFs iban a quedar arrinconados por los Reels, los Shorts y los vídeos de TikTok, resulta que no solo han sobrevivido… sino que han sabido encontrar su lugar. Porque sí, los GIFs siguen vivos. Y mucho más presentes de lo que crees.
Una fórmula rápida y emocional
Parte de su éxito reside en su capacidad para expresar emociones con rapidez, sin sonido, sin carga pesada y sin necesidad de interpretación. En apenas 3 segundos, un GIF puede comunicar ironía, euforia, sorpresa, decepción o complicidad. Y eso, en redes sociales, es oro.
Además, no hay que darle al play. El GIF se reproduce solo, en bucle, y es compatible con casi cualquier plataforma: desde WhatsApp hasta Slack, pasando por X (Twitter), Instagram Stories o incluso LinkedIn.
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