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Cada semana llegan decenas de estrenos a nuestras pantallas, pero… ¿realmente somos capaces de asumir tanto? Hoy reflexiono sobre la fatiga del espectador, la ansiedad por estar al día y cómo esta sobre oferta está cambiando nuestra forma de consumir entretenimiento.
La sobreproducción de contenidos.
El modelo de las plataformas de streaming ha transformado radicalmente la forma en que se produce y distribuye el entretenimiento audiovisual. Ya no hablamos de una temporada de otoño o primavera como en la televisión tradicional, sino de una avalancha constante de series, películas, documentales y realities que se renuevan cada semana.
La fatiga del espectador.
A este fenómeno se le llama ya “fatiga del espectador” o “fatiga del streaming”. Es esa mezcla entre saturación, apatía y ansiedad que sentimos cuando vemos que no podemos ponernos al día con todo lo que quisiéramos.
Recuperar el placer de elegir (y de parar).
Quizás ha llegado el momento de cambiar la forma en que nos relacionamos con el streaming. En lugar de intentar verlo todo, podemos aprender a elegir mejor. Priorizar lo que realmente nos interesa, tomarnos nuestro tiempo, ignorar la urgencia de los estrenos y, por qué no, revisitar contenidos que ya disfrutamos.
No dejes de suscribirte al podcast en tu plataforma favorita para escuchar cada mañana a las 7:00 (hora española peninsular) un nuevo episodio. También puedes conectar con este podcast a través de nuestra cuenta de Bluesky desde donde seguimos la conversación cada día.
La sobreproducción de contenidos.
El modelo de las plataformas de streaming ha transformado radicalmente la forma en que se produce y distribuye el entretenimiento audiovisual. Ya no hablamos de una temporada de otoño o primavera como en la televisión tradicional, sino de una avalancha constante de series, películas, documentales y realities que se renuevan cada semana.
La fatiga del espectador.
A este fenómeno se le llama ya “fatiga del espectador” o “fatiga del streaming”. Es esa mezcla entre saturación, apatía y ansiedad que sentimos cuando vemos que no podemos ponernos al día con todo lo que quisiéramos.
Recuperar el placer de elegir (y de parar).
Quizás ha llegado el momento de cambiar la forma en que nos relacionamos con el streaming. En lugar de intentar verlo todo, podemos aprender a elegir mejor. Priorizar lo que realmente nos interesa, tomarnos nuestro tiempo, ignorar la urgencia de los estrenos y, por qué no, revisitar contenidos que ya disfrutamos.
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