Muchas veces ocurre que nos piden un consejo y no sabemos qué decir. Incluso para nuestra vida misma y las propias decisiones. A veces no sabemos por donde tomar el camino. El don de consejo es el que nos permite, saber discernir las realidades - propias y ajenas - para poder aconsejar y dar luz para tomar una decisión, conforme a la voluntad de Dios.
Pidamos al Espíritu Santo que siempre nos asista, para saber dar una palabra de aliento en el momento oportuno y tomar las decisiones según la voluntad de Dios.