1134 – Is 42:1 – Isaías 42. El siervo escogido del Señor.
He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Israel es llamado siervo del Señor en Is 41:8-9; 42:19; 43:10; 44:1–2, 21; 45:4; 48:20; 49:3). Asimismo, el Mesías, Jesucristo sobre quien reposa el Espíritu de Dios (Is 42:1; 11:2), es llamado siervo de Dios en Is 42:1-9; 49:5–7; 50:10; 52:13; 53:11. Dios llama siervos a: Israel, Ciro, los profetas y al Señor Jesucristo. Para determinar a cuál siervo se refiere Isaías en cada pasaje, debemos ver el contexto y las características asignadas a él. Israel, como siervo de Dios debía ser el medio por el cual el mundo le conociera, pero fracasó. Por tanto, el Mesías, el Siervo del Señor, quien es el epítome, conclusión, de la nación de Israel, llevaría a cabo la voluntad de Dios. En contraste con las imágenes vanas, el Señor tiene un siervo que obrará a favor de su pueblo y del mundo entero. En Is 42:1-9 está el primero de cuatro cantos (salmos) que se conocen como los cantos del siervo sufriente. Segundo cántico del siervo sufriente (Is 49:1-13). Tercer cántico del siervo sufriente (Is 50:4-11). Cuarto cántico del siervo sufriente (Is 52:13 – 53:12). Pablo citando Is 42:6 dice: “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” (Hch 13:47).
I. El primer cántico del siervo sufriente (Is 42:1–9). “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre Él mi Espíritu; Él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.” (Is 42:1-4). En este primer cántico se revela el carácter del siervo sufriente, el Mesías, Jesucristo. Versículos que son citado en Mt 12:18-21 en referencia a Cristo. Aquí se hace una descripción de Cristo y su obra. El siervo escogido revela un carácter de mansedumbre, aliento, justicia y verdad. Será una persona que hace la voluntad del Señor porque obra en el poder del Espíritu Santo. Su ministerio se caracterizará por la ternura y humildad. Su meta será universal: traer justicia a las naciones en su seguda venida y durante el reino milenial (Is 4:4; 11:2; 42:1d, 3b, 4a, 48:16; 59:21; 61:1; Lc 3:22). “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.” (Lc 4:14). La frase la caña cascada representa al pobre y al necesitado (Is 41:17; 42:7). el pábilo que humeare simboliza a aquellos que casi han perdido la fe y esperanza en el Señor. El Siervo vendrá a restaurar al pobre y al necesitado, y vendrá a alentar, sanar, consolar y avivar la llama de la fe con la llenura del Espíritu Santo (Mt 11:15; Ef 5:18; 2Ti 1:6-9). “Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.” (Is 42:6-7). Los profetas hablan de este pacto nuevo como de un “pacto de paz” (Is 54:10; Ez 34:25); un “pacto eterno” (relacionado con el pacto de David; Is 55:3);