1112 – Cnt 6:10 - Cantares. Reconciliación de los esposos.
¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden?
La clave de manejar las imperfecciones, los errores y el pecado que se presenten durante el matrimonio: es el perdón. Perdonar es un proceso que nosotros podemos lograr con la gracia de Dios. Perdonar es una decisión que se debe hacer de corazón. Sino perdonamos, Dios no nos perdona: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mt 6:14-15). El perdonar debe ser un hábito en la vida matrimonial. La pareja luego de sus desacuerdos debe perdonar, solucionar su dificultad y volver a encender el fuego del amor. La sección de Cnt 6:4-8:4 trata de los intentos del esposo de reconquistar, restaurar, reconciliarse con el amor errante de la sulamita, la esposa amada. Su ardiente ruego es “Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; vuélvete, vuélvete, y te miraremos.” (Cnt 6:13). Ella perdona y acepta la reconciliación diciendo: “Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.” (Cnt 7:10). “La cordura del hombre detiene el furor, y su honra es pasar por alto la ofensa”. (Pr 19:11).
I. Exaltación de la belleza y carácter de la esposa (Cnt 6:4-12). La joven esposa dijo que ella y su amado se pertenecían el uno al otro, se entregaron mutuamente sin reservas (Cnt 6:3). El esposo responde exaltando la belleza y carácter de la esposa afirmando la exclusividad del amor de ambos diciendo: “Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; de desear, como Jerusalén; imponente como ejércitos en orden.”(Cnt 6:4). Tirsa era una ciudad que estaba a 55 km al noreste de Jerusalén. Su nombre significa "placer" o "belleza". "Imponente como ejércitos en orden" significa que la amada quizás tenía una presencia deslumbrante, como un gran ejército listo para la batalla. No importa cuán compatibles seamos con nuestros padres, nuestros mejores amigos, solo en el matrimonio existen una unión completa de mente, corazón y cuerpo cumpliendo los tres principios del matrimonio dados por Dios en Gn 2:24 “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” En este caso el esposo representando a Salomón enseña que la sulamita, la amada, es más hermosa que todas las otras mujeres de Salomón. “Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número; Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; es la única de su madre, la escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron.” (Cnt 6:8-9). Salomón tuvo muchas reinas (esposas) y concubinas que lo llevaron a apartarse de Dios “Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.” (1Re 11:3-4). La poligamia de Salomón llevó a que Dios se enojará contra él y la nación de Israel se dividiera (1Re 11:9-12; 12:16-19).
II. Ruego para reconciliarse con la esposa (Cnt 6:13 -7:9). “Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; Vuélvete, vuélvete, y te miraremos.” (Cnt 6:13). El amado luego de rogarle que vuelva, continúa la alabanza a la belleza de ella, iniciando desde la altura de