1110 - Cantares 4. La boda. Cnt 4:9
09 June 2025

1110 - Cantares 4. La boda. Cnt 4:9

Descansando en Dios

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1110 – Cnt 4:9 - Cantares. La boda

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello.

Cantar de los Cantares redescubre la intimidad en la pareja de esposos. Los protagonistas aparecen como una pareja que se tocan, se miran, y se desean. Este canto describe la llegada de Salomón a Jerusalén para su boda. Algunos piensan que habla de alguno de los muchos matrimonios del famoso rey. Sin embargo, la poesía romántica de aquellos tiempos frecuentemente hablaba de los enamorados como si fueran realeza. Es decir, en Cnt 3:6-11 Salomón representa a todo novio en el día de su boda. Por lo cual, esta segunda sección principal constituye el corazón del libro. Presenta al rey: (1) acudiendo por su prometida y el regreso de ambos a Jerusalén (Cnt 3:6-11), (2) la boda (Cnt 4:1-7), y (3) la consumación de la unión de la pareja (Cnt 4:8-5:1). Usando un hermoso lenguaje figurado, los amados se comunican amor y expresan admiración uno por el otro, acciones que ayudan a mejorar la relación matrimonial.

I. El cortejo de boda (Cnt 3:6-11). “¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromático? He aquí es la litera de Salomón; sesenta valientes la rodean, de los fuertes de Israel.” (Cnt 3:6-7). El cortejo se encuentra todavía a distancia, pero el despliegue y lujo de la misma hace evidente que el que está por casarse es un personaje noble o real. La que se acerca no puede ser otra que la prometida de un gran rey. Más adelante el poema lo confirma: “¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden? … ¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado?” (Cnt 6:10; 8:5). El asombro de los testigos es evidente: Es la litera de Salomón. Todo era de lujo en esta carroza: la madera, las columnas, el respaldo, el asiento, y termina con “el interior recamado de amor.” (Cnt 3:10). ¡Todo era digno de un gran rey! “Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.” (Cnt 3:11). No se trata de la corona real, sino de una cinta hecha con ramas (como la corona de laureles de los Juegos Olímpicos), o bien con piedras y metales preciosos. La corona simbolizaba honor y gozo en las bodas del rey. Por eso, quien corona es la madre. En el caso de una coronación real quien coronaba era el sumo sacerdote, como representante de Dios (1Re 1:32-48; 2Re 11:11-12). “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.” (Ef 5:25-28).

II. La boda (Cnt 4:1-7). Posiblemente Salomón pronuncia los cumplidos alabando a la esposa en público (Cnt 4:1-7), y las palabras mucho más íntimas de la consumación de la boda en privado (Cnt 4:8-15). “He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus cabellos como manada de cabras que se recuestan en las laderas de Galaad.” (Cnt 4:1).