
El Tratado Global sobre Plásticos no debe repetir los errores de otros procesos internacionales
de RUSCA con AMOR
El Tratado Mundial sobre la Contaminación por Plásticos, un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que busca poner fin a la contaminación plástica, abordando todo su ciclo de vida, desde su diseño y producción hasta su eliminación. Este tratado está siendo negociado por el Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Durante este mes de agosto de 2025, los países se reúnen en Ginebra para la sexta y última ronda de negociaciones. El objetivo es finalizar el texto del tratado, que incluye 32 artículos que deben ser revisados línea por línea. Si se logra un consenso, el tratado será adoptado en una conferencia de plenipotenciarios, posiblemente en Ecuador, Perú, Ruanda o Senegal.
Sin embargo, durante estas últimas negociaciones en Ginebra, las resoluciones tomadas hacen dudar siempre más la verdadera eficacia de este tratado vinculante.
En marzo de 2022, en Nairobi, los Estados miembros de las Naciones Unidas tomaron una decisión histórica: iniciar el proceso para crear un tratado internacional jurídicamente vinculante que pusiera fin a la contaminación por plásticos. Esta resolución fue adoptada durante la quinta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2), marcando el inicio de un esfuerzo global sin precedentes para abordar uno de los problemas ambientales más urgentes del siglo XXI.