Lucas 13, 10-17. ¿Por qué alguien puede molestarse de que algo bueno haya pasado? Es algo irónico. Esta mujer anduvo encorvada por 18 años. ¿Cuántos años llevaba sin ver el rostro de quienes la rodeaban o sin observar su entorno? Pensemos en todas las actividades naturales que no se pueden realizar en el estado de esta mujer. Aunque su situación es humillante, terminará feliz, y los religiosos de honor serán los que queden humillados; los que se indignan terminarán humillados.¿Nos sentiríamos incómodos al ver el bienestar del otro? ¿Tendríamos un corazón que se indigne por la gracia en la vida de otro? Cuando llegamos a ese punto, significa que tenemos un corazón cerrado a la gracia de Dios. Aunque no compartamos la mentalidad en la vida del otro, no podemos desear su mal ni resentirnos por su bienestar. Debemos alegrarnos al ver la gracia en la vida de los demás.Un corazón que se alegra al ver la gracia de Dios en la vida del otro es lo que debemos anhelar, porque en esa medida también seremos partícipes de la gracia. Estaremos en la fila, esperando nuestro turno para que un día el Señor nos bendiga también.