El viernes 24 de enero, nuestro pastor David E. Ramos estuvo compartiendo la Palabra en el Tabernáculo Bíblico Bautista El Rosario, La Paz, donde citó Génesis 4,1-5. A través de este pasaje, la Palabra enseñó sobre el principio de las primicias y cómo Dios se agrada cuando le damos lo primero y lo mejor.
En Génesis 4,1-5, aprendimos sobre las primicias a través de la historia de Caín y Abel. Este principio nos enseña que la ofrenda no es solo un simple acto de dar dinero, sino un acto de honra y obediencia a Dios. Lo más importante no es la cantidad que damos, sino la actitud con la que lo hacemos. Como Abel, que ofreció lo primero y lo mejor, Dios se agrada cuando damos lo que más nos cuesta, lo que representa un sacrificio.
Este principio de las primicias va más allá de un ritual o una regla; es una forma de caminar en reciprocidad con la bondad de Dios. Al darle a Dios lo primero, le estamos reconociendo como el proveedor de todo lo que tenemos, agradeciéndole por su fidelidad.