León XIV, Robert Francis Prevost, asume el papado en un momento de desafíos globales y eclesiásticos. Su elección del nombre León rinde homenaje a León XIII y su Rerum Novarum, señalando un compromiso con la Doctrina Social de la Iglesia y la justicia social. Su experiencia en la Amazonía peruana y su formación agustina sugieren un pontificado centrado en los pobres, los indígenas y la ecología, con una posible sensibilidad hacia el arte y la literatura que reflejen estas preocupaciones. Políticamente, mantendrá una postura diplomática, navegando las tensiones entre tradición y modernidad. Su relación con los movimientos sociales será clave, especialmente en América Latina, donde podría fortalecer el legado de Francisco.