La muerte de César no salvó a la República Romana. Al contrario. La terminó de asesinar y posteriormente la enterró. Bruto, después de la traición cometida, se convence a sí mismo que había hecho lo correcto, pero también se pregunta a sí mismo: ¿Valió la pena, Bruto? La historia no absuelve. Solo recuerda." Roma ya no será la misma. Los Idus de marzo marcan el fin de un mundo... y el nacimiento de otro.