Te rechazamos como si fueses la bestia de las escrituras. Te rechazamos con furias de volcanes y te rechazamos simplemente porque podemos hacerlo. No Dominga, rebélate, roba el coche de tu papito y piérdete en un punto sin retorno en la carretera, no eres acepada y fíjate que somos muy tolerantes, pero tú, ándate en el coche de tu papito, bien lejos.