La cultura, en todas sus acepciones y en su inmensa diversidad, no solo diferencia a las numerosas naciones del mundo, sino que sirve para acercarlas. Este es, precisamente, el principio en el que se basa la diplomacia cultural.
Para entender los vínculos entre la diplomacia y la cultura, la manera en la que esta última se puede utilizar para mejorar las relaciones entre los países y las dificultades que hay para ello, nos acompañan: desde Bogotá, Sandra Montoya, del Instituto Latinoamericano de Altos Estudios, y Andrea Jaramillo, del periódico El Espectador, y desde Huatulco, en México, Einer David Tah Ayala, del Instituto de Estudios Internacionales, Isidro Fabela De la Universidad del Mar.