La vida de fe requiere de reconocer las cosas que no son agradables ante el Señor, las cuales hemos adquirido por las costumbres de la nación, familia o por nuestros deseos; después de reconocerlas debemos pedirle al Todopoderoso que nos ayude a entender la necesidad de dejarlas, porque de lo contrario estaremos escogiendo el mal para nuestra vida física y espiritual.
Dios nos invita cada día a nos presentemos ante él, confesarle nuestros pecados, a pedir al Espíritu para que podamos dejar lo que no le agrada.
Ora y lee las Escrituras todos los días, y Dios te dará entendimiento para saber qué cosas cambiar en tu vida, ánimo la vida eterna está en las decisiones que tomes hoy.