Un equipo de científicos del CONICET desarrolló un spray nasal a partir de un compuesto llamado carragenina, que es obtenido de algas rojas y mostró tener la capacidad de evitar la entrada de distintos virus a las células y en consecuencia la multiplicación de los mismos en ensayos de laboratorio.
El spray nasal se podría aplicar a individuos sanos, disminuyendo las chances de que se infecten y en pacientes con COVID-19 que ya se infectaron.