Marcos 5:35 “Y mientras él aún hablaba, vinieron de la casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro?”.
Introducción
La pregunta que sale desde nuestra paciencia, fe, amor, y confianza en Dios, es: “Cuando es el tiempo de Dios, llevo mucho tiempo pidiéndole esto o lo otro, y si Dios no me responde, ocurrirá esto o lo otro, y ya no habrá solución para mí”.
¿Para que debemos esperar el tiempo del Señor? Para recibir lo mejor que El tiene preparado para nosotros, asi que, debemos estar dispuestos a esperar a que actúe a nuestro favor:
Bien dice en su palabra que, “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora…” Eclesiastés 3:1. Las manifestación del poder de Dios no son al azar, son antecedidos por el silencio de Dios, ese momento en que todo parece que no tiene solución, donde nos quedamos sin fuerzas o simplemente pensamos que estamos solos, cuando ya no podemos utilizar nuestras fuerzas, ni nuestro mérito, sino solo la gracia y la misericordia de Dios obrando en nuestras dificultades, en los procesos y en nuestro carácter.
Dios hace que las cosas sucedan en el tiempo justo, tu trabajo no es averiguar cuándo, sino tomar la decisión que no te darás por vencido hasta que cumplas tu propósito y estés viviendo en las bendiciones de Dios, mientras más confíes en Dios y mantengas tus ojos puestos en Él más vida tendrás.
Confiar en Dios trae vida, el creer trae descanso, así que deja de intentar resolverlo todo y deja que Dios obre en tu vida, a partir de hoy prepara tu vida, tu hogar y tu descendencia para recibir una RESPUESTA DE DIOS, una intervención Divina no programada, ni esperada donde Dios va a intervenir de manera sobrenatural, de manera Inesperada sin previo aviso, a esto llamamos “El Tiempo de Dios” y se ejecuta en nuestras vidas gracias al favor y la gracia de Dios.
En la Palabra de Dios existen tres clases de tiempos:
Hoy es el día en el cual Dios confirma que traerá Repentes a tu vida, tu hogar y tu descendencia.
Hoy es el día:
Oraciones respondidas - Dos historias (La mujer del flujo de sangre y la hija de Jairo resucita)
Ante el fracaso, el dolor, las situaciones críticas, buscamos la salida de emergencia, la mas rápida para intentar “salvarnos”, pero al mismo tiempo experimentamos diversas reacciones: lloro, decepción, tristeza. ¿Por qué pasa esto? Más bien debemos decir ¿Para qué? Dios nos enseña en estos tiempos algunas cosas como: confiar más en él, madurar, humildad de corazón, fortalecer nuestro débil carácter, ejercitarnos en la obediencia.
De toda crisis, prueba o dificultad, de la mano de Dios salimos fortalecidos, más maduros en Cristo, y con una fe que nos anima a seguir y amar a Dios en todo tiempo, pues ¿a quién más iremos? solo en él tenemos palabras de vida eterna.
Debemos reflexionar cuando estas cosas suceden, pues hay grandes y profundas enseñanzas en medio de todas estas situaciones.
Este es el caso de Jairo, tenía una niña de 12 años al borde de la muerte, sin posibilidad de un tratamiento médico; vino a Jesús como un último recurso y se postró ante Él;
Jairo llegó con
Jesús accede ir con el a su casa y se le atraviesa una mujer con un flujo de sangre que llevaba 12 años enferma y había gastado todo su dinero intentando sanar su enfermedad, esta mujer tocó el manto de Jesús y ocurrió un milagro, quedó sana.
Ahora imaginemos a Jairo, colócate en sus zapatos, desesperado por el estado de su hija y ahora “otra demora” sin embargo Jairo no se quejó, el sabia que dependía de Jesús. Llegaron de su casa para informarle que “su hija había muerto, que no molestara mas al maestro” ¿y ahora que hago?
Pero una cosa si era cierta… La hija de Jairo, murió. No se cual sea tu situación, ve donde Dios y dile “Yo no se que hacer, pero vengo y pongo mis ojos en ti, mi confianza está en ti para que tu hagas como solo tu sabes hacerlo en mi vida”.
Sin embargo Jesús le dice a Jairo “no temas, cree solamente”; el temor es el peor enemigo de la fe, la fe debe curar tu temor, muchas veces nos convertimos en creyentes incrédulos y por eso optamos por una “Salida de emergencia”, recuerda que la incredulidad aumenta el temor”.
Jesús entra en escena y solo permitió que estuvieran con Él los mas cercanos, Pedro, Juan y Jacobo y con ellos los padres de la niña… Cuando la vida (Jesús) se hace presente, la muerte huye… La expresión de Jesús fue “Talita cumi”… “Niña a ti te digo, levántate”; no existe una salida de emergencia, solo tenemos que ir a Él, las mejores cosas ocurr...