65 | Beato Santiago Duckett 19 de abril - Cuarta Temporada (2024)

Gracias por encontrarse con nosotras, las Hermanas Trovadoras de la Eucaristía, en este encuentro sobre la más bella amistad con Dios, la vida en santidad.

 

Aunque los milagros impresionan, hay cosas que hacen los santos que nos maravillan aún más.

 

Por ejemplo su valentía para defender su fe y no flaquear ante las presiones de los poderosos, o más extraordinario aun, perdonar de corazón a sus enemigos, que muchas veces son sus propios verdugos.

 

Pero ello, se logra cuando día a día, por medio del amor a Dios, imploramos la gracia de tener los mismos sentimientos y actitudes de Jesús.

 

Y Jesús, la concede sin demora, pues es la voluntad del Padre.

 

Demos paso a conocer a aquellos santos que hoy nos hablarán del perdón y otras maravillas que podemos hacer cuando unimos nuestro corazón al de Jesús.

 

Los santos venerados hoy, 19 de abril son:

 

San Mapálico, mártir Santa   Marta de Persia, virgen y mártir; San Jorge de Pisidia, obispo;

 

San Geroldo, eremita; San Elfego, arzobispo y mártir; San León IX, papa;

 

Beato Bernardo, penitente; Beato Santiago Duckett, mártir y el Beato Ramón Llach Candell, presbítero religioso y mártir.

 

El Beato que conoceremos fue un padre de familia normal, que al entrar en contacto con las verdades de la fe católica, se hizo parte de ella y llegó a defenderla hasta dar la vida en las persecuciones religiosas en Inglaterra en el siglo XVIII.

 

El es el Beato Santiago Duckett.

Santiago Duckett terminó su vida, perdonando de corazón. Oremos implorando la fuerza para perdonar que tanto nos hace falta:

 

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar. Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo.

 

Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría.

Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también he ofendido. Gracias, Señor, por tu amor que llega a través de mí hasta ellos. Amén.

 

Perdonar es algo que nos parece tan difícil que hay personas que necesitan “perdonarse a sí mismas” por perdonar.

 

Sin embargo, es el bálsamo más curativo para nuestros corazones profundamente heridos.

 

Hay un adagio que dice que “Cuando se perdona se liberan dos personas”

 

El perdón no sólo es decir “lo siento” o “te perdono”, perdonar implica un cambio en las dos personas.

 

Implica reconocer el daño causado por un lado e implica cambiar todas las emociones negativas que surgen del rencor, por nuevas emociones positivas, para que el perdón impregne y sane el interior del ser humano.

 

Dios nos invita a perdonar porque es la mejor manera de traer la armonía a una vida tocada por el dolor, e incluso por la tragedia.

 

Jesús murió en la cruz, para conseguir que todos, unos a otros, nos perdonáramos, y sanados por el perdón divino pudiéramos darnos el perdón fraterno.

 

Pidamos ayuda a Dios cuando nos cueste perdonar y no olvidemos nunca que antes ya hemos sido perdonados.

 

Beato Santiago Duckett,

 

Ruega por nosotros.

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