204| San Géraud de Aurillac - 13 de octubre - Catálogo Divino - Quinta temporada (2025)

Saludamos a todos nuestros queridos amigos del Catálogo Divino.

En este año jubilar de la esperanza, todos debemos convertirnos en misioneros del evangelio en la vida cotidiana.

Debemos llenar de amor cada una de nuestras acciones, así hacemos presente el Evangelio en nuestra vida.

De este modo vivieron los santos, que hoy 13 de octubre recordamos.

Hacemos memoria de: San Teófilo, obispo; Santos Fausto, Jenaro y Marcial, mártires; San Florencio de Tesalónica, mártir; San Lubencio de Kobern, presbítero;

San Rómulo de Génova, obispo; San Venancio, abad; San Leobono de Salagnac, eremita; san Comgano, abad; San Simberto de Augsburgo, obispo;

San Eduardo, el confesor; San Géraud de Aurillac, laico; san Simberto, obispo; Santa Quelidona de Abruzzo, virgen; Beata Magdalena Panattieri, virgen;

Beata Alejandrina María da Costa, laica cooperadora salesiana; Beato Giovanni Fornasini , presbítero y mártir y el Beato Luis Brisson, presbítero.

¡Un santo laico de gran estatura! Que vivió en pleno centro de la vida social y política de su época, a finales del siglo IX.

Conozcamos a San Géraud de Aurillac

San Géraud es uno de los primeros ejemplos de un santo canonizado sin morir como mártir ni recibir las órdenes sagradas. Pidamos la intercesión de este santo caballero cristiano.

Oh glorioso San Géraud, que con tu vida ejemplar reflejaste el amor de Dios en tu servicio a los necesitados. Ruega por mí, para que yo también pueda vivir con la misma entrega y fe en mi vida diaria. Ayúdame a encontrar la fuerza en la oración y la sabiduría para tomar las decisiones correctas, especialmente en los momentos de dificultad. Por tu santa intercesión, que se haga la voluntad de Dios en mi vida. Amén.

La vocación a la vida consagrada secular es un llamado de Dios a vivir la consagración evangélica, mientras se permanece en el mundo, dedicando la propia existencia a la santificación de los demás desde dentro de las estructuras y situaciones cotidianas.

Ellos son un signo de la presencia del Evangelio en el mundo, allí donde viven y ejercen su profesión, su trabajo o apostolado.

San Géraud llenó su vida, la administración de su condado y la vida cotidiana de la luz del Evangelio, algo que todos podemos y debemos hacer.

San Géraud de Aurillac,

Ruega por nosotros.