
199| San Artoldo - 6 de octubre - Catálogo Divino - Quinta temporada (2025)
Catálogo divino - la vida de los santos 🙏🏼
Bienvenidos al Catálogo Divino, en estos últimos meses del año jubilar de la esperanza, al que te animamos a sacarle el mayor provecho posible.
Nuestro Señor quiere que nuestra ocupación principal en la tierra sea ejercitarnos en lo que ha de ser nuestra ocupación eterna en el Cielo: contemplarle y amarle.
En medio de las preocupaciones de esta vida, debemos dar la mejor parte a la vida interior, para que así nuestras acciones estén cargadas del amor divino.
Los santos que recordamos hoy, 6 de octubre, lo comprendieron y vivieron conforme a esta verdad.
Hacemos memoria de: San Bruno, presbítero monje y fundador; san Ságar, obispo y mártir; Santa Fe de Agen, mártir; san Renato de Sorrento, obispo; san Román, obispo;
San Magno de Venecia, obispo; San Ywio, diácono y monje; san Juan, apellidado Xenos, monje; san Pardulfo, abad; San Adalberón, obispo;
San Artaldo, obispo y monje; Santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, virgen; Beato Francisco Hunot, presbítero y mártir;
Beata María Rosa Durocher, virgen y fundadora; San Francisco Tran Van Trung, mártir y el Beato Isidoro de San José, religioso.
Como reza un antiguo adagio: la cartuja hace santos, pero no los da a conocer.
Los cartujos, en coherencia con su vocación a la vida oculta, no tienen postulador en Roma para solicitar la canonización de los miembros de su Orden. La única excepción fue en favor del fundador, San Bruno, cuando en 1514 el Capítulo General hizo la petición expresa al papa León X.
La mayoría de las veces el recuerdo y el culto de un cartujo es obra de la devoción popular. El primero de todos los cartujos que fue elevado a los altares fue san Hugo de Lincoln, canonizado en 1220 por aclamación y confirmación pontificia
Los más recientes, en 1995, son los beatos Claudio y Lázaro, mártires de la Revolución Francesa, junto a un grupo de otros testigos de la fe, cuyo proceso fue promovido por la diócesis de La Rochelle.
También existen varios cartujos que han sido obispos, lo cual es extremadamente raro, motivo por el cual han sido conocidos y admirados.
Entre ellos está San Artoldo, o Artaldo monje y obispo.
Pidamos la intercesión de este santo monje y obispo, que dejándolo todo se entregó al Señor.
Señor, Dios de poder, concédenos que la intercesión de San Artoldo nos ayude a afrontar con valentía los combates de esta vida, para conseguir un día el descanso de la eternidad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
El fondo de la vida cristiana es el amor: de Dios y de los hombres, en y por Cristo. Algunos expresan su caridad en las obras apostólicas, pero existen también hombres y mujeres que se consagran a solo Dios en la vida contemplativa.
La vida contemplativa no es comprendida por el mundo, al que le parece que esa forma de consagración es desperdiciar la vida. Lo cierto es, que en ese aparente desperdicio se encuentra una profunda fecundidad.
El siervo de Dios, Monseñor Luis María Martínez, obispo mexicano, escribió sobre los contemplativos:
Siempre los justos salvan al mundo, como dice la escritura: "No destruiré (a Sodoma) si en ella encuentro diez justos". ¡Ay del mundo el día en que no tuviera en su seno el número de justos exigidos por la misericordia! Ese día sería abrazado sin remedio por el fuego de la justicia.
Tras el muro del claustro de los conventos contemplativos, viven en fraternidad, sedientos de Dios y orando por el mundo y la Iglesia, los hombres y mujeres que han recibido el llamado a dejarlo todo por amor a Cristo, entregándose sólo a Él.
San Artoldo, monje y obispo,
Ruega por nosotros.