
196| Beata Cecilia Eusebio - 1° de octubre - Catálogo Divino - Quinta temporada (2025)
Catálogo divino - la vida de los santos 🙏🏼
El Catálogo Divino te ofrece hoy, 1° de octubre, una nueva página de santidad.
Nos alegra poder compartir con todos ustedes este menú delicioso para el alma.
La vida de los santos arroja luz sobre nuestra propia vida, nuestras circunstancias y las decisiones que tenemos que tomar.
Por ello, invoquemos confiados a los santos que veneramos hoy.
Hacemos memoria de: Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia; san Piatón, presbítero y mártir; Santos Verísimo, Máxima y Julia, mártires;
San Nicecio, obispo; san Romano, "el méloda", diácono; san Bavón, monje; san Wasnulfo, monje; san Geraldo Edwards, presbítero y compañeros mártires;
Beatos Rodolfo Crockett y Eduardo James, presbíteros y mártires; beato Juan Robinson, presbítero y mártir; beatos Gaspar Hikojiro y Andrés Yoshida, catequistas y mártires;
Beato Luis María Monti, religioso; beata Florencia Caerols Martínez, virgen y mártir; beato Álvaro Sanjuán Canet, presbítero religioso y mártir; beato Antonio Rewera, presbítero y mártir y la Beata Cecilia Eusebio, virgen.
La Iglesia nos sorprende con el testimonio de jóvenes, que en un corto tiempo alcanzaron el grado de santidad a la que Dios los llamaba.
En este selecto grupo encontramos a la Beata Cecilia Eusebio, virgen.
Pidamos la intercesión de esta joven beata, que sacrificó por amor a Cristo, hasta su deseo de vivir en el convento su vida consagrada.
Padre santo, que has revelado los misterios de tu Hijo a la beata Cecilia, tu humilde sierva, concediéndole vivirlos fielmente, por su intercesión, concédenos la sabiduría del corazón, para crecer cada día en el amor de Cristo y seguirlo, como la Virgen María, hasta la Cruz. Amén.
Perder mi vida por causa de Cristo quiere decir: ya no vivir por el bien de este pequeño cuerpito que soy yo; sino, vivir por el bien del gran cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
Morir a sí mismo por amor al Señor significa renunciar a los deseos egoístas y a la voluntad propia para vivir según la voluntad de Dios, priorizando el amor, la obediencia y el bienestar de los demás por encima del propio interés.
Así han vivido los santos, y así han llegado a la plenitud de la felicidad.
Beata Cecilia Eusebio,
Ruega por nosotros.