181| Beatos Sebastián Kimura, Francisco Morales y 50 compañeros, mártires - 10 de septiembre - Catálogo Divino - Quinta temporada (2025)

Abrir los ojos es tener una nueva oportunidad de adorar a Dios.

Tal vez para muchos, vivir un día más es una nueva ocasión para buscar el disfrute o los éxitos.

Pero el que ha logrado el mayor disfrute y el mayor éxito es el que ha reconocido conscientemente que su vida tiene sentido, sólo en el servicio y la alabanza a Dios.

Podemos realizar muchas obras, cuidar nuestra salud, enterarnos de muchos temas interesantes, pero si todo ello no está dirigido a que podamos salvar el alma, nos está distrayendo de la verdadera meta. 

Los santos lo tenían claro y por ello perdían hasta el temor de dar la vida por Cristo.

Así que busquemos el consejo de los santos que se veneran este día, 10 de septiembre, para que nos ayuden a enfocar nuestra vida a la meta que nos espera en el cielo.

Los bienaventurados venerados en este día son:

San Nemesio, mártir; santos mártires Nemesiano y compañeros Félix, Lucio, otro Félix, Liteo, Poliano, Víctor, Jaderes y Dativo entre ellos, obispos, presbíteros y diáconos; 

Santa Pulqueria, promotora de la fe; san Agabio, obispo; san Salvio, obispo; san Teodardo, obispo y mártir; san Autberto, obispo; beato Oglerio, abad; san Nicolás de Tolentino, presbítero religioso; 

Beatos Sebastián Kimura, Francisco Morales, presbíteros, y cincuenta compañeros mártires; san Ambrosio Eduardo Barlow, presbítero y mártir; beato Jacobo Gagnot, presbítero y mártir.

En este día nos dirigimos a Japón para conocer un poco más de las historias heroicas de los mártires del país del Sol Naciente.

Es la historia de los Beatos Sebastián Kimura, Francisco Morales y 50 compañeros, mártires.

Muchas veces nosotros estamos al borde de abandonar la carrera, agobiado, agotados, confundidos, apoyándonos en el testimonio de estos mártires, oremos con fe al Señor, para que no nos deja rendirnos y perder la esperanza:

¡Espíritu Santo, Tú lees lo que hay en mi interior, en mi vida, en mi camino; sabes que hoy me he levantado cansado y con pocas fuerzas, desgastado por el agotamiento de ayer y por las cargas de mis agobios! 

¡Pero tengo, esperanza, tengo fe, tengo alegría, tengo a la Trinidad Santa que me acoge y no puedo más que dar gracias, que bendecir, que alabar y que seguir adelante.

¡Recuerdo, Espíritu divino, como acompañaste a Cristo en sus jornadas agotadoras dándole fuerza para seguir adelante y sobre todo recuerdo como estabas a su lado aquel día capital de su subida al Calvario cargando con la cruz de mis pecados!  

¡Dame la fuerza para sostener a los que están a mi lado y dales a todos los que amo y a la humanidad entera la fuerza para luchar cada día, para no decaer ni desfallecer antes los cansancios de la jornada! Amén.  

La vida es mucho más que nuestros problemas. Es mucho más que las heridas que no nos dejan avanzar, los temores por lo que no ha sucedido.

La vida es un espacio para sanar, caminando hacia el Único Dios, de quien hemos provenido.

La vida es una prueba, pero que tiene una recompensa insuperable.

No perdamos la meta ni la esperanza de alcanzarla. Dios puede más.

Beatos Sebastián Kimura, Francisco Morales y 50 compañeros, mártires, 

Rueguen por nosotros.