Un bendecido día en el Señor.
Bienvenidos a recorrer nuevamente el catálogo de los santos para aprender más de sus maravillosas historias de amor y de fe.
En este 14 de julio, muchos santos nos invitan a ser humildes y a encontrar en la sencillez, una puerta para vivir en paz.
Los santos que recordamos en este día, y a quienes pedimos su intercesión por nosotros, son:
San Camilo de Lelis, Presbítero; San Optaciano de Brescia, Obispo; San Vicente, monje; San Marchelmo, Presbítero y Monje; beato Hroznata, mártir;
Beato Bonifacio, obispo y monje; santa Tuscana, laica; beata Angelina de Marsciano, viuda y religiosa; beato Gaspar de Bono, presbítero;
San Francisco Solano, Presbítero; beato Ricardo Langhorne, mártir; beato Ghebre Miguel, presbítero y mártir y San Juan Wang Guixin, Mártir.
En este día, un militar abandonó las armas para ponerse al servicio del Rey de reyes y Señor de señores, como el más pequeño de sus hijos, pero grande en el fervor y la santidad.
Demos una mirada a la historia del beato Gaspar de Bono.
Confiemos nuestras súplicas a este fervoroso santo para que nos ayude a vivir con perseverancia el combate de la fe:
Oh Dios, que has querido darnos en el Beato Gaspar un modelo singular de tu amor, en su milicia terrena y más en la profesión de los consejos evangélicos, concédenos por su intercesión que perseverando siempre en tu servicio merezcamos alcanzar el premio eterno. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
A veces el fervor de la piedad popular, pierde su brillo y se echan a menos muchas expresiones piadosas.
El beato Gaspar nos invita a que cuando realicemos alguna práctica piadosa, tengamos en mente un objetivo muy claro: desde la sencillez y la humildad reconocer la majestad y la soberanía de Dios en nuestra vida.
Si conectamos nuestros sentimientos de gratitud a Dios, mientras rezamos nuestras devociones, vamos a darles un sentido.
No perdamos la piedad que nos han transmitido por tradición; más bien enriquezcámosla con la conciencia de un corazón que tiene realmente a Dios como único Señor y se reconoce pecador y necesitado de su misericordia.
Que nuestro fervor nos abra la puerta a una contínua conversión.
Beato Gaspar de Bono,
Ruega por nosotros.