Bendito sea el Señor que nos permite conectarnos una vez más con todos nuestros amigos del Catálogo Divino.
La cruz ha sido el gran tesoro de los santos. Ellos, con una mirada de fe, han sabido descubrir la mano de Dios que los conduce en medio de las tempestades de la vida.
Tal confianza brota de su relación filial con el Padre Celestial, que hace salir su sol, sobre buenos y malos.
Así han vivido los santos, que hoy 11 de junio, recuerda la Santa Madre Iglesia.
Hacemos memoria de: San Bernabé, apóstol; san Máximo, obispo; san Remberto, obispo; beato Bardón, obispo; santa Alicia, virgen;
San París de Treviso, presbítero religioso; beata Yolanda de Polonia, viuda y abadesa; beato Esteban Bandelli, presbítero religioso; san Juan de Sahagún González de Castrillo, presbítero religioso;
Santa Rosa Francisca María de los Dolores Molas Vallvé, virgen; santa Paula Frassinetti, virgen; beata María Schininà, virgen y el beato Ignacio Maloyán, obispo y mártir
Huérfana a los nueve años, enferma, pero con una gran fe, se lanzó a la aventura de llevar el Evangelio a los más pobres.
Conozcamos a Santa Paula Frassinetti.
Pidamos la intercesión de esta Santa religiosa, que abrazando la cruz con fe, y supo darle gloria a Dios en medio de las dificultades.
Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste a santa Paula Frassinetti para que manifestara a sus hermanos y hermanas el camino que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
San Juan Eudes es quien dice que, «debemos dar gracias a Dios por todas las desolaciones, porque son los más grandes dones que Dios hace en este mundo a los que ama».
Y en la vida de Santa Paula se hace patente que Dios prueba al crisol a aquellos que ama, para sacar la joya preciosa de la santidad que está en sus corazones.
También nosotros debemos descubrir en las pruebas un regalo de Dios. Y en lugar de enojarnos o desesperarnos, debemos luchar por mantener la paz y la confianza en que Dios nunca abandona.
Santa Paula Frassinetti,
Ruega por nosotros.