En este año jubilar de la esperanza, extendemos nuestro saludo a todos los seguidores del Catálogo Divino.
Ser cristiano, es vivir de sorpresa en sorpresa y este año no ha sido la excepción: año de la esperanza, año de un nuevo Papa, año de gracia.
Los santos nunca tuvieron miedo a las sorpresas y cambios, sino que confiaron en Dios y se dejaron conducir por él.
Por ello hoy, 21 de mayo, recordamos a algunos de los héroes de la confianza en Dios.
Hacemos memoria de los Santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y compañeros mártires; san Timoteo, diácono y mártir; San Polieucto de Melitene, mártir;
Santos mártires de Alejandría; san Paterno, obispo; san Hospicio, recluso; san Mancio, mártir;
San Teobaldo, obispo; san Hemming de Abo, obispo; beato Juan Mopinot, religioso y mártir; san Carlos José Eugenio de Mazenod, obispo;
Beato Manuel Gómez González presbítero y Adílio Da Ronch, monaguillo, mártires; y el Beato Jacinto María Cormier, presbítero religioso.
Las guerras, las persecuciones, las revoluciones, han sembrado la faz de la tierra de grandes santos.
En medio del dolor, la pobreza, las dificultades, emergió la figura de un santo hombre que soñaba con evangelizar el mundo entero.
Conozcamos la historia de San Carlos José Eugenio de Mazenod.
La Iglesia lo declaró santo el 3 de diciembre de 1995 a través del Papa San Juan Pablo II. Pidamos la intercesión de este santo obispo misionero.
Oh Dios, que para anunciar el Evangelio a los pueblos has colmado a tu obispo San Eugenio de las virtudes apostólicas; concédenos que, inflamados del mismo espíritu, aspiremos únicamente al servicio de la Iglesia y a la salvación de las almas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
San Eugenio quería que cada uno pudiera llegar a ser en Cristo, un hombre completo, un cristiano auténtico y un santo creíble.
Él comprendió que esto solo se logra si tenemos verdadera hambre de la Eucaristía, de la Palabra de Dios y una verdadera devoción a la Virgen María.
Ser cristiano es abrazar la cruz y quien no la abraza, no es cristiano. Por ello contemplar, dejar a Dios obrar y confiar en la Virgen son los medios para ser verdadero cristiano, como lo fue San Eugenio.
San Carlos José Eugenio de Mazenod,
Ruega por nosotros.