Un saludo fraterno a todos nuestros queridos amigos del Catálogo Divino en este año jubilar de la esperanza y este hermoso mes de la Santísima Virgen María.
Dios, que es el original por excelencia, ha dejado en el catálogo de los santos a una gran cantidad de personas únicas que nos animan a luchar por el Señor y la santidad.
Aunque te parezca increíble, también hay políticos santos, como Santo Tomás Moro, que nos enseñan que el Evangelio también puede llegar a estos ambientes y dar fruto.
Y llevando el Evangelio vivieron los santos que recordamos hoy 20 de mayo. Hacemos memoria de: San Bernardino de Siena, presbítero; Santa Lidia de Tiatira, discípula; Santa Áurea, mártir; San Baudilio de Nimes, mártir;
San Talaleo, mártir; San Lucífero de Cagliari, obispo; San Hilario de Toulouse, obispo; San Austregisilo, obispo; San Anastasio de Brescia, obispo; San Teodoro de Pavía, obispo;
San Protasio Chong Kuk-bo, mártir; Beato Guido de Gherardesca, ermitaño; San Arcángel Tadini, presbítero; Beata Columba de Perugia, virgen,
Beato Luis Talamoni, presbítero; Beata María Crescencia Pérez, virgen; Beata Josefa Hendrina Stenmanns, Virgen.
Luis Doménico Filippo Talamoni nació en Monza el 3 de octubre de 1848, el segundo de seis hijos de Giuseppe Talamoni y María Angélica Sala, modestos artesanos sombrereros.
Pidamos la intercesión de este santo sacerdote, que se santificó en el servicio, el confesionario y el aula de clases.
Santísima Trinidad, te damos gracias por haber dado a la Iglesia al beato Luis Talamoni, sacerdote enamorado de la Eucaristía, ardiente de celo por Dios y por todos sus hermanos, humildes y grandes. Su vida fue para amarte y hacerte amar, Dios paciente y grande en el Amor. Que también nosotros, siguiendo su ejemplo, sepamos vivir cada día testimoniando tu Rostro de Misericordia a todos los hombres. Amén.
Fue un sacerdote virtuosamente inclinado a la oración, ejemplo luminoso de fe sólida y trabajadora, reflejo muy visible de la misericordia; humilde, manso y valiente hasta el final.
El Beato Luis, teniendo un fino discernimiento, comprendió que para frenar el comunismo, sin dejar su sacerdocio, podía aportar a la política la luz del Evangelio.
No hay que temer participar de las actividades cívicas que enriquecen el progreso y bienestar de los pueblos, siempre unidos a Dios y bajo el cobijo de la Virgen María.
Beato Luis Talamoni,
Ruega por nosotros.