"Guerra avisada no mata a soldado y si muere es por descuidado".
Estar alertas nos hace ser sabios y la sabiduría nos ayuda a ser prudentes. La prudencia viene de la inteligencia o capacidad de relacionar y comunicarnos con nuestro ser profundo, la divinidad y el entorno. La prudencia es el resultado de la sabiduría, y la convierte en la estrategia infalible para evitar males que pudiéramos lamentar grandemente y para siempre.