El Devo: ¿Por qué a Dios no le gusta la Hechicería?
Éxodo 22:18
Hechicería: Conjunto de conocimientos, prácticas y técnicas que se emplean para dominar de forma mágica el curso de los acontecimientos o la voluntad de las personas. - Oxford Languages.
La página Got Questions en Español acerca de esto, dice:
La brujería, los hechizos, la adivinación o el hablar con los espíritus, son condenados claramente en la Biblia. La palabra brujería en las Escrituras siempre se utiliza en referencia a una práctica perversa o engañosa.
El apóstol Pablo enumera la hechicería como una de las muchas prácticas pecaminosas que marcan la vida de los incrédulos (Gálatas 5:19-21).
La palabra griega del Nuevo Testamento traducida como "hechicería" es pharmakeia. En la época de Pablo, la palabra significaba principalmente "tráfico de veneno" o "uso de drogas" y se aplicaba a la adivinación y al conjuro de hechizos ya que los hechiceros con frecuencia usaban drogas con sus encantamientos y amuletos para conjurar el poder oculto.
Los hechiceros eran comunes en la cultura del antiguo Egipto (Éxodo 7:11; Isaías 19:3). También vemos brujería en el reino de Babilonia, especialmente con el rey Nabucodonosor (Jeremías 27:9; Daniel 2:2).
La brujería es un intento de eludir la sabiduría y el poder de Dios para darle gloria a Satanás. Dios no tolera la brujería. En Deuteronomio 18:10-12, la hechicería se encuentra entre las prácticas pecaminosas de las naciones que rodean a Israel. Dios la llama abominación.
Malaquías 3:5 también habla del juicio de Dios sobre aquellos que se dedican a la brujería.
Aparentemente, la brujería se seguirá practicando en los últimos tiempos. La Babilonia espiritual, que representa el falso sistema religioso de los últimos días, engañará a "todas las naciones" con brujería (Apocalipsis 18:23) antes de que llegue el juicio.
El libro de Apocalipsis dice que los hechiceros "tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Apocalipsis 21:8; 22:15).
Es evidente que la brujería es pecaminosa y no debe formar parte de la vida cristiana. Hay una sabiduría que es "terrenal, no espiritual, del diablo" (Santiago 3:15), y esto es lo que ofrece la hechicería. Nuestra sabiduría viene de Dios (Santiago 3:17), no de espíritus engañadores. El poder de Dios es mucho mayor que el poder de la hechicería (1 Juan 4:4).
*Contenido creado con ayuda de la página Got Questions en Español (@gotquestionsespanol )
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