En 1 Pedro 3:1, el apóstol Pedro nos enseña: "Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas." Este principio revela que la conducta de una persona puede tener un impacto profundo en la vida de otros, especialmente en situaciones familiares, laborales o sociales. En este devocional, reflexionaremos sobre cómo una actitud de respeto, amor y servicio puede transformar entornos difíciles y llevar a otros a glorificar a Dios.