Vivimos con aire prestado. Cada aliento, cada latido, cada despertar es un regalo, un préstamo del universo, un recordatorio constante de que el tiempo es efímero y el mañana es incierto.
¿cómo estas invirtiendo este préstamo?
Tu propósito debería ser más grande que los días que cuentas en el calendario. Tu impacto debería resonar más allá de los años que pasas aquí. Vivir con aire prestado no es simplemente respirar y existir; es elevarnos por encima de la mediocridad, es dejar huellas imborrables en el corazón del tiempo.
¿cuál es tu eco en la eternidad? ¿Qué legado estás construyendo con cada palabra, con cada acción? No se trata solo de acumular riquezas materiales o reconocimientos fugaces, sino de forjar conexiones auténticas, de cambiar vidas, de marcar la historia.
Escucha la llamada de tus sueños, de tus pasiones. Alcanza la grandeza que yace en tu interior, porque vivimos con aire prestado, y cada día es una página en el libro de nuestra historia. No malgastes este regalo precioso en preocupaciones superficiales o miedos infundados. Despliega tus alas y vuela, sin temor, hacia la grandeza que mereces.
Saber que vivimos con aire prestado es un recordatorio constante de que cada instante es valioso, cada elección es crucial. Deja que tu propósito sea tu brújula, que tu eco resuene en la eternidad. Eres parte de algo más grande, parte de la sinfonía del tiempo. Haz que cada nota cuente.
#arbolreyes