Muchas tardes frías comentamos entre los cuatro cuántos de vosotros leeréis este texto (las tardes cálidas no, porque esos días salimos a merendar picatostes). A veces imaginamos que algunos lo empezaréis, pero que nadie lo acabará nunca, y, la verdad, no se nos ocurre una forma mejor de combinar las magdalenas con las castañas. (¿Cómo?).