Madres vs hijas 👩👧. Nueras vs suegras 👰🤦♀️. Hermana vs hermana 👭. Amiga vs amiga 💔. O simplemente el ácido y frío chisme de la “señora” 👩 tendiente a sacarle el cuero a “esa”—»la mosquita muerta,» «la que se cree,» «la liviana de abajo,» o «la yegua» 🐴. Solo algunos de los «piropos» que recuerdo en bocas de algunas comadres destinadas a dar en el blanco de alguna adversaria de su mismo género.
Las mujeres despechadas pueden ser como diosas vengativas de la más alta vibración de cólera 😡. Solo que a veces, lejos de entrar en erupción, van tejiendo su tela de araña 🕸️ hasta atrapar a su enemiga (o su enemigo, bah 🙄).
Sin tanto despliegue de furia, están también los celos, las envidias y competencias sutiles 😒 que se esconden detrás de afectos reales de sangre o amistad. Pueden dañar, sin advertirlo ellas mismas, los vínculos más profundos y necesarios, como los de hermanas, amigas o madres con sus hijas 💔.
Toda mujer debe saber que existe una violencia machista en sede femenina ⚔️. Es como un juego de tronos 👑, solo que en vez de usar las armas y los dragones 🐉, se usan los chismes y las críticas 🗣️ para ocupar el trono, ya sea de la cocina 👩🍳, de la belleza 💄, de la maternidad 🤱, o simplemente del reconocimiento del «rey» 🤴.