Se nos propone una definición utópica de la salud en la que debemos acceder a un completo bienestar físico, social y mental y no simplemente la ausencia de afecciones o enfermedad. Sin embargo, ¿cuántas son las personas que pueden lograr tal estado?
Fundamentalmente por el concepto cabal de bienestar. Aún más, ¿es posible sostener dicha situación en el tiempo? ¿O, a lo sumo son momentos únicos de completa felicidad? La salud se convierte por lo tanto, en una ilusión, algo inalcanzable a lo que no podemos llegar, pero nada más alejado de la realidad: todos debemos y tenemos el derecho de vivir en salud. Incluso si tenemos una enfermedad, podemos encontrar nuestro estado de salud en ella y vivir de la mejor manera posible para nosotros.
Mucho se ha discutido sobre la definición de salud y su conceptualización. Salud es un concepto tan amplio que permite una significación individual en tanto y en cuanto la percepción subjetiva de bienestar es inherente al concepto en sí mismo. Por lo tanto, resulta ineludible la personalización de la salud y la vivencia única de cada persona en su compleja existencia.