La Energía Vital, según la
Dra. Montessori, se refiere a la fuerza interna y natural que impulsa el
desarrollo y el crecimiento en los niños. Montessori creía que cada niño posee
una energía única y vital que impulsa su deseo de explorar, aprender y
desarrollarse. Su enfoque educativo se centra en canalizar y respetar esta
Energía Vital, proporcionando un ambiente preparado que estimule la autonomía y
el autoeducación. Montessori abogaba por permitir que esta energía fluya
naturalmente, guiando a los niños hacia su propio descubrimiento y crecimiento,
respetando su individualidad y ritmo de desarrollo.