La relación entre la inflamación y las emociones:
Cuando nuestro cuerpo está inflamado, libera sustancias químicas que pueden alterar nuestro sistema nervioso y, en consecuencia, nuestras emociones.
Esta conexión entre inflamación y emociones se basa en señales bioquímicas que nuestro cuerpo envía al cerebro, comunicándole que algo no está en equilibrio.
Como resultado, podemos experimentar irritabilidad, ansiedad, tristeza e incluso depresión.