Según la cultura popular, la ley de la atracción dice que si piensas positivamente, si visualizas tus deseos, el universo conspirará para darte lo que quieres.
Dios sí quiere que pensemos con fe, que hablemos vida, que esperemos lo mejor… ¡pero siempre dependiendo de Él!
No necesitas atraer cosas. Necesitas confiar en Dios. Él ya tiene preparado lo mejor para ti.