El mundo busca felicidad en la economía, en gobiernos, en avances tecnológico, pero la Biblia es clara: la verdadera bendición viene cuando Jehová es el Dios de esa nación.
El cambio de una nación no comienza en el palacio, sino en el corazón del pueblo que decide reflejar a Dios.
Dejemos que DIOS nos gobierne, el estará por siempre, el jamas incumplirá, somos promesas son y serán cumplidas por la eternidad