Desde el “no llego a fin de mes” al “creo que no puedo salir de las deudas” hasta “voy a gastarme el aguinaldo”. Alguna que otra vez hemos pasado por este tipo de pensamientos o simplemente se nos meten en la cabeza y no podemos salir de ellos. En psicología esto tiene un nombre: se llaman pensamientos intrusivos. Pero, si hablamos de nuestras finanzas personales, este tipo de ideas afectan nuestro manejo del dinero, aunque a veces no se condicen con la realidad.