< Proverbios 9

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[1] La sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas.
[2] Mató sus víctimas, mezcló su vino, Y puso su mesa.
[3] Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó.
[4] Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:
[5] Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado.
[6] Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.
[7] El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha.
[8] No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
[9] Da al sabio, y será más sabio; Enseña al justo, y aumentará su saber.
[10] El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
[11] Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
[12] Si fueres sabio, para ti lo serás; Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.
[13] La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante.
[14] Se sienta en una silla a la puerta de su casa, En los lugares altos de la ciudad,
[15] Para llamar a los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos.
[16] Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:
[17] Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es sabroso.
[18] Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en lo profundo del Seol.