< Proverbios 4

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[1] Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
[2] Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.
[3] Porque yo también fui hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.
[4] Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás.
[5] Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
[6] No la dejes, y ella te guardará; Ámala, y te conservará.
[7] Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
[8] Engrandécela, y ella te engrandecerá; Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
[9] Adorno de gracia dará a tu cabeza; Corona de hermosura te entregará.
[10] Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida.
[11] Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar.
[12] Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos, Y si corrieres, no tropezarás.
[13] Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.
[14] No entres por la vereda de los impíos, Ni vayas por el camino de los malos.
[15] Déjala, no pases por ella; Apártate de ella, pasa.
[16] Porque no duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
[17] Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;
[18] Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
[19] El camino de los impíos es como la oscuridad; No saben en qué tropiezan.
[20] Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
[21] No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón;
[22] Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
[23] Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
[24] Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
[25] Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
[26] Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos.
[27] No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.