< Job 33

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[1] Por tanto, Job, oye ahora mis razones, Y escucha todas mis palabras.
[2] He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta.
[3] Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.
[4] El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
[5] Respóndeme si puedes; Ordena tus palabras, ponte en pie.
[6] Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho; De barro fui yo también formado.
[7] He aquí, mi terror no te espantará, Ni mi mano se agravará sobre ti.
[8] De cierto tú dijiste a oídos míos, Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
[9] Yo soy limpio y sin defecto; Soy inocente, y no hay maldad en mí.
[10] He aquí que él buscó reproches contra mí, Y me tiene por su enemigo;
[11] Puso mis pies en el cepo, Y vigiló todas mis sendas.
[12] He aquí, en esto no has hablado justamente; Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
[13] ¿Por qué contiendes contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
[14] Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende.
[15] Por sueño, en visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho,
[16] Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo,
[17] Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia.
[18] Detendrá su alma del sepulcro, Y su vida de que perezca a espada.
[19] También sobre su cama es castigado Con dolor fuerte en todos sus huesos,
[20] Que le hace que su vida aborrezca el pan, Y su alma la comida suave.
[21] Su carne desfallece, de manera que no se ve, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
[22] Su alma se acerca al sepulcro, Y su vida a los que causan la muerte.
[23] Si tuviese cerca de él Algún elocuente mediador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber;
[24] Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención;
[25] Su carne será más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud.
[26] Orará a Dios, y este le amará, Y verá su faz con júbilo; Y restaurará al hombre su justicia.
[27] Él mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado,
[28] Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz.
[29] He aquí, todas estas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre,
[30] Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
[31] Escucha, Job, y óyeme; Calla, y yo hablaré.
[32] Si tienes razones, respóndeme; Habla, porque yo te quiero justificar.
[33] Y si no, óyeme tú a mí; Calla, y te enseñaré sabiduría.