Eclesiastés presenta una reflexión filosófica sobre el sentido de la vida. El autor, a menudo identificado como Salomón, analiza los esfuerzos humanos y concluye que las búsquedas materiales son, en última instancia, temporales (“vanidad”).
El libro exhorta a disfrutar de los placeres sencillos y a reverenciar la sabiduría divina, ya que es la única que brinda verdadera satisfacción.