Tito es la carta de Pablo a su discípulo, en la que le orienta para dirigir la iglesia de Creta. Hace hincapié en el nombramiento de ancianos cualificados, la enseñanza de la sana doctrina y la exhortación a los creyentes a vivir con rectitud. Pablo destaca la gracia de Dios, la salvación por medio de Cristo y la necesidad de buenas obras como reflejo de la fe.