< Salmos 63

Listen to this chapter • 1 min
[1] Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
[2] Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.
[3] Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán.
[4] Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
[5] Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
[6] Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
[7] Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
[8] Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.
[9] Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra.
[10] Los destruirán a filo de espada; Serán porción de los chacales.
[11] Pero el rey se alegrará en Dios; Será alabado cualquiera que jura por él; Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.