Meditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda
Meditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda

Meditaciones Guiadas con Mataji Shaktiananda

La Madre Shaktiananda guía sutilmente esta meditación, para que -a través de la respiración consciente y el contacto interno- logremos entrar en un estado de sosiego y calma que nos permita generar una conexión profunda con nuestro Ser. Sin caer en las fórmulas menores que reducen el acto de meditar a eliminar la ansiedad o el estrés, la Madre va más allá, mostrando que la real disposición interna que debemos sostener al meditar es liberar nuestro temor y abrirnos a la verdad de amor que nuestro ser contiene.
Soy presente en luz
05 December 2024
Soy presente en luz

Te concentras en tu respiración y en el tono,te centras ahí, permitiéndote vibrarsobre ese sonido.Los tonos penetran de muchas formas, se integran, haciéndote estar ahí,sobre una frecuencia.Y, si algo existe en ti que desentona,te va armonizando.


El respiro, lo que más logra,que te hagas en tu ritmo,que vayas estabilizándote,llevándote a un estado de quietud.Y permaneces ahí.


Tienes que considerareste espacio de tu tiempo,en el que te entregas así,sin buscar nada, sin atender nada más,en el que te has dispuesto hacia este contacto,en el que te meditas,que no es más que darte en ti, darte a ti, darte.


Es que estamos tan obsecadoscon cualquier forma de encuentro,pretender saber, averiguarnos, adivinarnos,obtener alguna certeza ante tanto temor,por lo que crees es tu desamparo,lo incierto de todo, las variantes hasta de tu mismo ánimo.


Y es el respiro que te acompaña, tu más firme certeza,saber que estás vivo,que sabes darte respiro,y que estás en tu historia de vida.


Dirás, ¿cuál es mi historia?¿Quién la sabe?¿Quién la hizo?Y eres tú, quien la vive día a día.La formas, la construyes, la relatas,siendo quien eres y haciendo lo que haces.Y el respiro ahí, testigo de ti,tu principal testigo.


¿Para qué sirve la historia?Y de todas, todas, para que sepas de ti.¿O crees que a alguien más le puede interesar?Hemos creído y nos hemos acostumbrado,a que debería ser así.¿Te acuerdas lo que éste depósito es?Porque, ¿a qué vienes? ¿Acaso a depositar tu historia? ¿Cuál?


¿Dónde reside esa historia?En tu memoria,en toda memoria humana.Por eso te digo, ¿qué le has dado a esta historia con tu respiro?


Y estás ahí, tan lleno o tan vacío.Y tu respiro ¿qué atestigua?¿Serenidad o agitación?Porque no se trata de que borreshistoria como memoria...Es que sanes, sanes, sanes,haciéndote perfectamente consciente.


Respira para sanar todo vestigio de memoria insana.Lo que te ha creado una historia,con riesgo a recurrencia,por lo que la mente es.


¿Crees que respiras para qué o para quién?¿Qué o quién se alimenta de tu respiro?Y es tu mente quien regula este organismo,que lo lleva a ser y hacer.


Por eso esta actitud de vida,lo que meditar es, auto observarte,percibirte, aquietarte, es lo que hace que en cierta forma sanes.


Cuando cualquier historia se precipitay pretende alterarte, y sacarte de tu aquí y ahora.¿Y si tu decisión es presente en luz, qué?Por eso, íntimamente, solo en ti,hacia tu mente, dí amorosamente:soy presente en luz.Soy presente en luz.Soy presente en luz.


Y tomas ese respiro tan vivo,tan auténtico, tan verdad.Y te das todo lo que eres hoy,cuando ya ni siquiera quieresaventurarte a más historias,sabiendo que toda esta ficción,es más que el vacío.


Todo es tan irreal, tan completamente falso,tan incierto, tan vulgarmente equivocado.Y que tu respuesta es:soy presente en luz.Más que bendito.


Sé siempre verdad,haz que tu respiro sea verdad,haz que tu palabra sea verdad,y, lo que más, tu acción.


Mente mada, soy presente en luz.




Om Namaha Shivaya




Tu voluntad de contacto
27 November 2024
Tu voluntad de contacto



Antes de comenzar,

hago un humilde llamado

a San Miguel Arcángel.

Elevo una petición,

así como le brindo y espero me acompañes

a producir en pensamiento y sentimiento,

lo que siempre es un clamor:

San Miguel Arcángel, hazte presente aquí,

proyecta el orden, la luz y la verdad,

para que en firme cumplimiento,

todo lo que deba pasar, se de.

San Miguel Arcangel,

hazte presente en mí.


Haz que tu respiro también lo pronuncie,

tan solo eso.

Así que consciente, pausada y amorosamente,

respira para ti, respira por ti.


Y ahí donde estás, en perfecta quietud,

visualízate como tu imaginación pueda y quiera.

Dibújate, junta líneas que te hagan tu contorno,

aplica alguna profundidad,

algo más de perspectiva,

para que también llegues a tu interioridad.


Mantente ahí, en respiro consciente,

en principio observándote, regulando lo que contienes,

que se acople a lo que tu respiro es,

hasta que alcances esa constante,

que el hilo, la línea de tu vida es,

este aquí y ahora, esta postura de vida,

esta decisión de permanecer aquí,

y las que has hecho

de aventurarte más hacia ti.


Respira ahí, todo eso

y produce el momento.

Los momentos se producen, se elaboran,

así que haz que este momento sea lo que es,

desde lo que tu voluntad ya ha expresado,

saber y querer estar en ti,

produciendo ese respiro,

el que te contacta, el que te recorre,

solo para eso, para producirte el momento.


Es cuando respiras más consciente,

más en situación.

¿Cuál es tu situación hoy?

¿Qué la demarca?


¿Haces conscientes tus tensiones?

¿Qué está ocurriendo?

¿Hay abierto algún proceso?

¿Existe algo o alguien que te inquiete

con su actitud, su conducta hacia ti?


¿Percibes cierta demora o estás a plenitud,

en capacidad de relajarte,

de permanecer así, entre aislado y ajeno a todo?,

atendiendo solo tu sentir,

dado en alguna necesidad.

¿Están priorizadas tus necesidades?


¿Te has ido acercando

a tus propios compromisos, cumpliéndolos?

¿Recibes asistencia?

¿Lo tienes consciente?


Respira y produce el contacto.

Dirás, ¿con qué, con quién?

Ni te ocupes,

siempre te puede asaltar un yo,

que se hace en cita imprevista.

Respira y descarta.

Habría tanto con qué contactar, más de ti.


Imagina tus neuronas, tus células, tus fotones.

Y todo converge en este momento que produces,

haciendo el contacto.

Y lo que se inmoviliza y lo que se aquieta.

Todo hace contacto,

nada más percibe tu temperatura.

Y se hace tanto, extasíate ahí.


No busques pensar ni sentir, percíbete.

Silencio y quietud, lo hace tu respiro.

Y el contacto es.

Y no hay escena, no hay gente,

no hay noción, no hay tiempo,

no hay nada.

Lo único que persiste es ese contacto,

y pareciera una fuerza tan tuya,

tan lograda, tan consciente,

y el contacto es, a la vez, con todo,

nada te es ajeno.


Y rota el planeta, rozan los mundos,

y sigues ahí, en respiro y aliento.

Te conoces, conoces tu respiro

y él te reconoce. Es lo que te alienta.

Es cuando el alma contacta,

porque la sabes y te sabe.


Y te dices,

en medio de tu silencio:

solo soy eso, nada más.


Y así, como quien quiere o no,

haz que eso en este momento,

sea tu amor.

Produce un respiro de amor,

tan sutil, tan interno.

Solo soy eso, el amor que Es, que soy.


Suspende hasta que consideres

volver a respirar.

No le temas al vacío,

es tan natural, tan propio.

Ve ganando profundidad con cada respiro,

con gracia, sutileza y belleza respira,

confiando en quien eres:

la voluntad de contacto,

la capacidad de entrega,

y cómo sabes expresarte en gratitud.


Respira profundo,

coincidiendo con este ahora

y con este espacio, con esta proyección,

y valora tu alma, tu valiosa alma.


Om Namaha Shivaya


Nunca más elijas esto
22 November 2024
Nunca más elijas esto

Refléjate en tu respiro y haz que él
se refleje en ti, por lo que deberías
concentrarte solo en tu respiro,
observarte bien.


Con cada respiro ve atendiendo cada parte de ti,
que no exista tensión ni malestar, ni molestia.
Entrega tu físico, deposítalo ahí,
en el espacio que ocupas.
Que cada respiro te ayude.


Observa cómo has avanzado,
si existe facilidad o, por el contrario,
te contraes, se te dificulta.
De ser así, respira más,
con tal sutilidad, no emitas sonido,
ni te ocupes en movimientos,
inmóvil, silencioso, sostenido
y en cierta forma liberado.


Si la mente te ocupa,
libérala también con cada respiro,
sin anular, sin sofocar,
sin inhibir ningún pensamiento
tan solo permite que fluyan.


Que todo transite a través de ti
y que no haya atasco, demora,
traba, bloqueo.
Haz que el respiro te libere
de cualquier tensión, inquietud, inhibición.


Nuestro cuerpo, nuestra alma aquí,
en libre tránsito, en perfecta elección,
en tiempo medido, en configuración exacta,
en petición de amor, en tarea.
Y el respiro que te dice
ni más ni menos lo que tienes que hacer,
cuándo, dónde, cómo y hasta qué momento,
cuando decidas cesar.
Te llenas brevemente y te vacías ampliamente.


Nuestro cuerpo y nuestra alma aquí,
conscientes hoy, y todo lo que ocurre,
y todo lo que está pasando,
y todo el planeta activo,
sofocando el vértigo,
atestiguando la destrucción,
padeciendo la inconsciencia,
resistiendo la inconformidad
y brindando todo.


¿Qué te falta?
¿Qué no existe?
¿Qué no encuentras?
¿Qué exiges?
¿Qué tomas?
¿Qué das?


Tu cuerpo y tu alma
en este depósito de conciencias
-los más, sin saber aún qué hacen aquí,
qué o quién los depositó,
con qué plan, qué objetivo, cuál propósito-,
siendo más que un recurso,
conteniendo más que una esperanza,
manifestando más que la vida misma.


Y el respiro quedo, silencioso, sosteniendo,
aliviado, sabiéndose en el estadio perfecto,
para esta elevación.
¿O prefieres quedarte en el depósito?
Haciendo bulto, siendo usado,
contabilizado, detectado, manejado.


¿Quién te saca de aquí?
¿Quién se va a atrever?
¿Quién se hartó ya?
¿Quién quiere renunciar?
¿Quién se niega a matar su tiempo?
¿Quién avista su libertad?
¿Quién ansía ser más?


El respiro cesa, el cuerpo ni pesa,
y el alma tampoco.
El respiro brinda su aliento,
tan interno.
Y los misiles caen,
y los cuerpos caen,
y quien ejecuta, nada sabe.
Y de alguna forma, quien cae, te libera
y tú liberas a quien cae,
y se manifiesta la conciencia,
y estás ahí, eres ahí, respiras ahí.


Nunca más elijas este depósito,
hazte propósito, recuerda más,
recuerda ésto y acuérdate de Aquello.
Retorna al principio,
aquí nunca habrá final y menos, gozoso.


Aspira a tu Ser.
Aspira Gloria.
Aspira paz.
Nunca más.


Recoge tu respiro,
atiende tu alma,
retorna a tu cuerpo,
abre los ojos, estás aquí.
Considera eso.Ve lo que pasa.
Considera eso.


Respira profundo,
restablecete aquí y ahora,
retoma fuerzas y recuerda:
sé más.
Agradécete.


Om Namaha Shivaya


Hago registro de mi amor
13 November 2024
Hago registro de mi amor

Visualízate un instante ahí donde estás,
debes saberte en tu compañía.
Así que respira, revisando bien tu respiro,
qué tan fluido, qué tan apacible.


Revisa brevemente tu mente,
y si la notas inquieta, rebelde, resistente,
ofréndale tu respiro, hazla partícipe
de la más vital experiencia humana.


Lleva tu mente al respiro y haz que se sosiegue.
Que si interrumpe, sea oportuna,
sea fiel, sea consciente.
Obsérvate y no sobre respires
ni suspires, ni hagas ruido.
Busca un estado superior, domina tu cuerpo,
atiende tus pulsos, percibe tus latidos,
haz silencio, el silencio se hace.


Sigue observándote, sigue respirando,
sigue ejercitando esto que es único:
compenetrarte contigo,
encontrarte contigo, dar contigo.
Y así te vas asistiendo en lo que requieres,
y créeme, lo que más quieres, es a ti.


Así que respira así, sabiendo que quieres eso.
Entonces, ¿cómo no vas a ser sutil,
amable, amoroso contigo?
Si eres quien te sujeta,
quien te alienta, en ese tu aliento,
tan impecable, tan perfecto.


¿Y del encuentro qué?, dirás.
¿Qué debo encontrar en mí?
Y lo sabes bien.
Cuando puedas, todo,
cuando quieras, nada.


Y estás ahí, creyendo estar,
si no, ¿dónde estarías?
¿Haciendo qué?
Entiende bien, lo que haces estando así,
concibiéndote así, es registro de ti.


Es cuando nada más
se hace presente, ni nadie más.
Es tu contacto, es la manera de saber
qué te determina, quién estás siendo,
qué estás haciendo y qué vas a hacer.


Ese es el registro
 y lo conjugas en tiempo-espacio.
Imagínate entonces la profundidad,
todo lo que necesitas de ti,
y saber que simplemente es el respiro,
así, consciente, abierto.


Dirás, ¿qué registro?
Y registra cada célula,
cada filamento, cada chakra,
tu energía toda.
Registra.


¿Para qué?, dirás.
Y lo sabes:
todo depende de ese registro,
de lo que tu percepción es,
de lo que tus contenidos son,
lo que eres.


Y respiras haciéndote cada vez
más consciente de eso.


Te propongo algo:
¿qué quisieras registrar hoy?
¿Qué necesitas registrar?
¿Qué te urge?
Y deja que eso se exprese, de la forma que sea,
en tu más puro interno.
Y regístralo ahí en ese respiro
y en los sucesivos, a conciencia,
sin alterarte, a plenitud, confía en ti,
percíbete, reposa eso.


¿Qué quiero registrar hoy en mí?
¿Qué necesito registrar hoy en mí?
¿Qué me urge como registro?


Y abarca más:
¿qué quiero extinguir de mis registros?
Esos que ya me abruman, me aturden,
ya no guardo espacio en mí ni los necesito.
He aprendido más, he sabido más,
me he amado más.


No importa que no atines ni a un pensamiento,
el respiro lo hace.
Y el respiro se suspende y te sostienes.
Es fabuloso, eres fabuloso.


Mi amado Ser,
tan firme, tan voluntarioso,
¿cómo no hacer registro de ti?


Y juntamos conciencias
y se fortalece este foco,
al que asistes y te asiste.
Y respiras para el registro mayor:
me amo todo, aquí, hoy,
siendo quien soy.
Y sé que todo ese amor es el Ser,
nada es de mí.


Respiras profundo,
consciente de ser, de estar
y te agradeces, te bendices, te comprometes,
y te ofrendas a ti, a tu Ser.
Y te guardas en ese registro
que es para siempre.
El amor es para siempre.


Om Namaha Shivaya


Cuando eres en bien, superas todo
24 October 2024
Cuando eres en bien, superas todo

Que nuestra cita sea productiva, como siempre,

desde lo que hemos entendido

es nuestra profunda comunión,

asistiendo como hacemos,

a lo que esta Esfera es y representa:

una fuerza de almas que han coincidido

con el único propósito de establecer aquí

un conducto, bajo el cobijo del kriya yoga,

bajo la asistencia perfecta y absoluta

del Mahavatar Babaji, y la estela radiante,

de Maestros Inmortales.


Solo imagina lo que este amparo es hoy,

lo que significa saber guardarse en un principio,

no solo de fe, sino de verdad en lo que Es,

en lo que somos,en lo que existe,

dentro de todos estos Universos

en los que nos movemos,

siendo esto parte de una conciencia activa.


Partiendo de eso, respira conscientemente,

atendiendo tu momento y ésta tu voluntad,

que te trae aquí y que te sostiene.

Haz el juego del respiro, lo que vida te da,

y complácete en tu presencia de tu vida,

de tu fuerza, tu voluntad y tu propósito exacto.


Verás cómo el respiro se libera,

se hace absolutamente consciente,

cobra todo el sentido.

Si te sobrevienen pensamientos,

que sean puros, oportunos, sabios.

Acéptalos y disponlos para este momento,

hasta que con cada respiro

se vayan acoplando a tu silencio,

a lo que hoy logras, establecerte en una conexión íntima,

en la que te vas percibiendo,

haciendo registro de todo lo que produces,

concretándote en tus formas,

estáticas, silenciosas, dadas para esto:

una sana y justa introspección

que te lleve siempre a más, a más de lo que eres.


El respiro consciente que te acompaña,

te va estabilizando y te va llevando

a este estado de profundo sosiego,

en el que simplemente te observas,

sin razonar demasiado, sin hurgar sentimientos,

más bien procurando pasar, transitar,

de un estado a otro,

manteniendo la constante del respiro,

lo que te va produciendo, lo que te va aislando,

te va recogiendo, hasta quedar en ti,

sujeto ahí, a todo lo que eres.


Nada ocurre, nada cuenta,

nada acecha, nada perturba.

Solo existe ese sutil e imperceptible respiro,

que te conduce a tu aliento,

y es en tu aliento, en el que consigues

lo sublime, tu esencia pura,

rezagada en ti, a salvo del ego,

explorando, experimentándote,

sobre esto que ejerces:

tu dominio libre de conciencia,

tu respiro consciente, tu fuerza producida,

tu constante habitada por ti,

confiando en lo que eres, ajustando recursos,

exponiéndote, para hacer ese ejercicio de autoconocerte,

de sentir, presentir, lo que se produce, lo que se crea en ti,

a partir de lo que vives, y así definir, decidir actuar,

sabiendo que es lo que se hace aquí: accionar.


Es cuando te propones que toda acción guarde

absoluta coherencia con lo que piensas,

dices y pretendes ser, y por eso haces.

Te extiendes en voluntad, en propuesta, en propósito

y vas elaborando, vas ganando consistencia,

para que lo que haces, sea.

Ni siquiera lo que quieres, lo que debes.

Y que ese deber no sea una imposición de ti ni de nadie.

Que sea lo que te fluye y te llena,

y te hace experimentar la luz que eres,

la verdad que eres, lo que has obtenido

como la más pura expresión de la verdad.


¿Qué sientes? ¿Qué dices?

¿Qué produces? ¿Qué haces?


Es cuando logras sentirte bien.

Sentir esto que se dice el bien,

con lo que no transgredes a nadie, ni a ti.

Ejerces voluntad consciente, te complaces

y, por sobre todo, te amas y te permites amar.


Y saber que es una corriente, una constante

con la que cuentas, en la que existes, con la que obras.

¿Cómo no respirar libremente, pacíficamente, abiertamente?

¿Cómo no aspirar a toda plenitud, a lo que la paz es?

Cuando sabes que estás en bien,

estás en verdad y te sobrepones a tus contradicciones,

hasta a tus contratiempos, porque te brindas la capacidad

de superarlo todo, de rectificar, de redimir,

de atenderte cada vez más,

con más entendimiento y conciencia.


(...)


Seguir leyendo: https://shaktianandama.com/2024/10/23/cuando-eres-en-bien-superas-todo/






Nos hemos elegido para acompañarnos
17 October 2024
Nos hemos elegido para acompañarnos

Concéntrate en el tono y en tu respiración.


Perdona hoy nuestros recursos,


pero es lo que tenemos.


Así que atiende tu respiro,


haz respiraciones profundas, conscientes,


sabiendo bien por qué respiras,


y si realmente quieres, te provoca, lo disfrutas,


y logras permanecer ahí en ti,


buscando serenidad, calma.




Practica fervientemente tu mirada interior.


Que te baste permanecer así,


con tus ojos cerrados, sin tensión,


y observando ese espacio,


que contienes y te contiene y que es tan de ti,


y, a la vez, de la nada.




Intenta con tu sutileza, con tu aliento,


con tu libertad, estar ahí,


produciendo poco a poco,


toda esa calidez que sientes de ti,


el bienestar que logras,


la aceptación que se te da,


desde lo que tu respiro es


y ante lo que eres.




¿Qué más eres?


¿Qué más quieres ser?


Respira para eso y obsérvate,


sabiendo que es más que una sensación,


expándete, haz que todo lo que te recorre,


sienta la vida, tu vida, que es la vida que Es,


mientras pasa la otra.




Que nada te llame,


nada te agite, te reclame ni te escandalice.


Céntrate en tu respiro, en tu conducto abierto


y en el Ser que eres.




Haz que uno a uno tus respiros te eleven,


te conduzcan, y reconozcan tu Ser.


Haz que tu respiro reconozca tu Ser,


así como haz que tu Ser,


reconozca uno a uno tus respiros,


y establezcas la comunión que Es,


con exactitud, con esta apacibilidad


que logras estando así, tan en ti.




¿De qué vienes?


¿Qué te está pasando?


¿Qué estás esperando?


¿Cuál es la circunstancia de hoy?


¿Existe inquietud o, al contrario,


hay tranquilidad?


¿Hay seguridad, certeza, o qué?


¿En qué está tu atención hoy?




Y es que produces tanto, ocurre tanto,


se mueve todo,


y a veces sabes por qué y otras no.




Respira. Respira. Respira.




Ya este hecho, ejecutar este acto,


posarte así, atender la constante,


abrirte para eso, atender tu Ser,


respirar en sosiego y percibirte,


en todo sentido, más, desde tu mente.


Considerar lo que piensas


y lo que eso te hace sentir,


estimar tu sendero, ocuparte en eso,


es más que relatarte la vida,


contar contigo, narrarte el suceso,


contener el Ser.




Eso es la vida.


Así como la vives, como has querido,


en lo que tu encuentro ha sido,


las ganas que ya no se te quitan,


al contrario, crecen.




Y te vas satisfaciendo,


esto que parece un delirio.


Y te contentas y te entristeces,


y te preguntas y te respondes,


y te ilusionas, y te guardas en pedimentos,


y te entregas en atenciones,


y estás ahí, siendo tan tú, siendo tú.




Me elegiste y te acompaño.


Te elegí y me acompañas.


Esta es la vida y la estamos respirando.


Venimos de percibir tanto,


tanto cuido, tanta asistencia,


tanta bendición.


Y pensamos que se escapan,


se difuminan, se acaban, y no es cierto.


Todo habita en nuestra permanencia,


en nosotros mismos,


en lo alcanzado, lo logrado, lo sostenido.


Te lo aseguro.




También me pasa,


que extraño el sentimiento,


sabiendo que es lo único que existe.


Lo que se extraña es el sentimiento,


ni siquiera a la persona, es el sentir.


Y cuando se siente así, tal profusión,


tal intensidad, con tal cabalidad,


se cree, se piensa, que no existirá más.


Al contrario, siempre es más, siempre.




Siempre tendría que ser más.


Dirás, ¿cómo? ¿Desde dónde?


Desde donde siempre es,


desde ti, desde mí, porque confiamos,


porque lo hemos comprobado,


nadie nos contó.


Porque es una verdad ya dicha,


ya hecha, ya sentida, pronunciada desde el Ser.


Esas son las verdades:


lo que tu Ser pronuncia, lo que tu Ser es


y lo que tu Ser hace.


Eso es la verdad.




Tienes que contar con tu verdad, siéndola.


Percibe tu respiro, tan imperceptible,


tan seguro, a plenitud y en confianza.


¿Sabes lo que vale eso?


Valóralo.




Hoy haz tus respiros,


sintiendo igualmente a las Devis,


particularmente Lakshmi Devi.


Hoy atiende, hoy provee, hoy asiste.




Haz respiros bien profundos, bien sentidos.


Recuerda siempre agradecer.


Respira profundamente y agradece.


Te agradezco tanto.




Om Namaha Shivaya


Celebrar lo que esta vida es
19 September 2024
Celebrar lo que esta vida es

Alcanza a mantener una respiración firme y consciente,

haciendo respiraciones sosegadas,
 espaciadas, tranquilas,

hasta que mantengas un ritmo propio, calmado,

que te permita sentirte bien.


Que cada respiro te diga algo,

que puedas percibir lo que contienes

y que eso que te diga tu respiro,

sea tan tuyo, tan propio, tan íntimo,

que puedas considerar que todo te lo dices tú, a ti,

desde ese estado en el que te encuentras,

en el que te asistes, te escuchas y te propones.


Haz que cada respiro poco a poco

se vaya silenciando también,

y estando ahí, sientas aún más seguridad,

confianza, asistencia.

Que si algo quieres, algo piensas,

algo crees necesitar sea saber estar así,

contigo, en tranquilidad, con firmeza.


¿Cómo asimilas cada pausa, cada espacio?

en que, sabiendo que estás ahí,

nada necesitas, si apenas, respirar.

Que ya puedes producir una forma consciente

de atenderte así, de hurgarte sanamente,

de experimentarte, de darte en valioso encuentro

y lo más, y lo más: expandirte.

Hacer que todo lo que eres, esté consciente,

habitable, y que sepas y puedas correlacionarte

con todo lo que existe,

desde lo que sabes eres hoy.


Miles de kilómetros de distancia

crees que nos separan hoy.

¿Lo crees?

Te digo algo: todo esto ha sido preparado,

pensado, planeado, para que podamos

desde cualquier instancia, distancia,

acercarnos como es, habiendo unificado

nuestras almas en un sano y justo compromiso

y encuentro de amor.

Lo habíamos esperado y se cumplió.


De ahí que este momento,

en el que nos percibimos así,

solo exista lo que Es, en lo que somos.

Y sé que sabes lo que Es, eso que Es.

Es lo que nos ha dado y ha producido esto,

y estamos ahí, orbitando en una Esfera,

tan consciente, tan elaborada, tan resguardada,

y lo hemos hecho, es nuestro gran logro.

Mira dónde estás y mira dónde estoy.

Es como si existiéramos uno en el otro,

siendo lo que Es.


Por eso puedo decirte hoy desde aquí,

desde donde estoy: gracias.

Nunca hubo otra vida

en la que hubiese tanta verdad,

inmediata y cercana.

Y por supuesto que es

por los tiempos, por las formas nuevas,

por todo lo que hoy nos permite

establecer esta comunicación,

esta conexión, este vínculo, esta proyección,

este alimento, esta posibilidad, esta fuerza,

que nos hace mirarnos desde adentro, y estar ahí.


Y estamos ahí, siendo lo que somos,

y respiramos sabiendo eso, sintiendo eso,

correspondiendo a eso, así como proyectando eso.


Valora tu respiro,

entiende ¿cómo es?, ¿qué estás ejecutando?,

¿qué forma de tu verdad?, ¿por qué este momento?


Respiras, respiro y respiramos,

y nada se ha detenido,

menos el tiempo que Es,

el que llevo, el que llevas, el que nos lleva hacia donde Es,

y lo sabes bien,

aunque estoy donde pareciera que el tiempo

ni siquiera ha sido, sí lo es, en ti, en mí.

¿Y sabes qué?

Celebro contigo. Eso haré.

Celebraré siempre lo que esta vida es,

por ti, por mí, por lo que Es.


Gracias por permitírmelo.

Gracias por ser.


Respiramos ahora, reconócete,

sitúate y desde aquí,

te digo como siempre:

amor, amor y más amor, siempre.


Om Namaha Shivaya.


Meditas para amarte y restarte maldad
12 September 2024
Meditas para amarte y restarte maldad

¿Me cuentas cómo estás?

En un breve pensamiento acércame,

¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?

Y que eso quede ahí, sin afectación, en ti.




Respira con serenidad, siéntete tranquilo,

hazte la idea exacta de dónde estás,
 lo que estás haciendo ahora y que eso te contenga.
 Lo podrías resumir en una breve frase: estoy amándome.




Respira sintiendo eso.

Haz que eso sea el acto de meditar,

detenerte, reposar, hacerte en disciplina, concentrarte,

alentar tu alma, valorar el momento,

tu voluntad, tu intención.

Y proceder en ti, comunicarte contigo como es,

abrirte en conexión, hacer correspondencia,

desde lo que tu mente es, con todo aquello que existe, más en ti.




Que tu respiro guíe, atiéndelo bien.

Sostén un ritmo, no permitas que nada lo altere.

Ni es disminuirlo, ni acelerarlo, ni resoplar.

Si produces algo así, no estás yendo hacia ti,

estás dejando que lo que es de ti, en ti, pero no es, te obstruya.




Tienes que producir calma, quietud, silencio.

El silencio se produce

cuando respiras en calma y el sistema te acompaña.

Ahora mismo sientes esa calidez,
 ese cobijo, y es que lo estás logrando.

El tono es solo una corriente, que estimula tu vibración.




Y estás en silencio.

Es cuando no percibes interferencias

de ningún tipo, menos tuyas.

No te distraes, no te atacas, no te restas ni te imposibilitas,

no te exaltas, no te acongojas.

Haces que tu respiración ajuste tu sensibilidad y
 tu sensibilidad ordena tu mente.

Nada la estimula a que moleste, tema,

se altere, se pronuncie en algo.

Sabe que debe respetar tu silencio.




El respiro, el que produce todo,

el que te sostiene, te hace vivo.

Y tu vida, ¿qué es de tu vida?
 Y volvemos al principio, ¿cómo te hace sentir tu vida?

¿Qué haces? ¿Qué has hecho? ¿Qué harás con tu vida?

No resoples.




Haz que el respiro sepa contener

lo que determinas hoy es tu vida.

Haz que te alcance, así estés abatido,

así lo que vayas aceptando, revisando, hasta concluyendo,

de lo que tu vida es, no te aliente el respiro.




Muévete hasta donde podrías recordar

alguna noción preferiblemente propia de la vida.

Algo que creas saber, haber aprendido,

algo que traes, que sientes, que contienes,

de lo que la vida es,

de lo que has asimilado de todo esto,

de lo que has visto, de lo que no.




Haz que el respiro te haga sentir lo vivo que estás.



https://shaktianandama.com/2024/09/11/meditas-para-amarte-y-restarte-maldad/


Conciencia mía, respira en mí
05 September 2024
Conciencia mía, respira en mí

Concéntrate.
Se trata de que te centres en ti,
priorizando atención en el respiro.
Que se imponga tu respiro consciente,
ante cualquier pensamiento de inquietud,
ansiedad, duda.
Calma todo respirando.


Aventúrate a jugar con tu respiro,
con tu capacidad, tu intención, tu voluntad.
Observa cada respiro,
cómo lo produces, qué te produce.
Y sabes bien que tanto.
Ya sabes lo que es respirar en este planeta,
nutrirte de esa sustancia, el éter dispuesto.
 Y no te evadas en lo absoluto, mantente ahí.
Quien medita para evadir, no alcanza logro.
Tienes que atenderlo todo.
Respiro a conciencia, conciencia en respiro.


Y te vas aplacando, sosegando, tranquilizando.
Y el pensamiento no cesa, pero respira igual.
Cada pensamiento respira, lo llevas ahí.
Esta exacta y perfecta
funcionalidad física es para eso.
Y es como si te fueras vaciando, alivianando,
sin medir sensación, sentimiento,
sin buscarlo tampoco.


El arte es hacer coincidir la mente y el respiro.
Que se encuentren, que se conozcan,
que profundicen hasta aceptarse.
Y tendrías que permitirlo todo, que se brinden,
que se ofrezcan, que exista comunión, fuerza.


Y la mente se luce, espléndida como es,
atendida como se siente y amada como debería.
Y el respiro, toda tu fuerza vital,
más que tu salud, más que tu anhelo,
más que tu verdad.
Y eso es lo que tu respiro da a lo que tu mente es:
sabes tu verdad.
Es que tu mente no quisiera nada más,
ni tampoco necesitaría nada más.


Si eso hicieras,
respirando siempre así, sabiéndote así,
 ni te imaginas lo que tu mente fuera,
el receptáculo más precioso de lo que eres.
Por eso necesitas saberlo,
saber quién eres, saber qué quieres, saber ser.
Y respiras.


Tu mente no necesita más que la verdad que eres,
no necesita nada más.
El asunto es:
¿qué tanta verdad eres?
Y por eso respiras.


Y la comunión permanece ahí,
con tanta concentración, con tanto respeto.
Es cuando habitas lo que tu Conciencia es,
 lo que está tan profundamente en ti,
en lo que habita todo de ti, en esa, tu conciencia.


Tan sabia como es, tan exacta,
y que simplemente refleja lo que eres,
lo que contienes, lo que anhelas, haces, todo.
La que te permite tanto y más.
Y la que sabe lo que hoy sabes
y hoy no niegas más.
Esa instancia tan inherente,
tan de ti, tan por ti, tan contigo.
Eso que alienta tu esencia,
en lo que tu misma conciencia es.
Eso que traduce silencio, manifiesta gozo,
ampara, sostiene, refuerza,
invita la presencia toda,
la presencia que Es.


Y ya casi sin respiro, sin sonido alguno,
sin pregunta ninguna,
lo que existe sin nada ser en ti,
la Divina Conciencia, el Todo que eres.
Es la conciencia quien respira, respira en ti,
y estás ahí, siendo Nada.
Y a la vez, es tanto, tanto, tanto.


Si es que te provoca, manifiéstale algo:


Conciencia mía, Ser Todo, respira en mí.
Atiéndeme siempre.
Hazme ser más de lo que soy,
para saber y poder trascenderlo todo.
Conciencia mía, sé en mí, dame fuerza.
Conciencia mía,
toma mi respiro y llévatelo de aquí.


Respira profundo, atendiendo todo, todo cuanto te habita.
Y respiras más, sabiendo, sintiendo ya,
que alguna verdad eres
y que está ahí al alcance de tu mente.


Respira más y siente ya el amor que te guardas.
Y respira más, para que expreses gratitud
y se expanda en tu conciencia
y cada vez puedas alcanzar
más estados infinitos de ti.


Vela por ti, atiende tu Ser,
manifiéstate en verdad,
agradécete siempre y ámate más.


Om Namaha Shivaya


La cuenta regresiva a tu retorno
29 August 2024
La cuenta regresiva a tu retorno

Con tu propio respiro invoca a tu Ser,
lo que sientas eres, lo que creas eres,
pero más, lo que realmente eres.


Y observa tu respiro, su cualidad,
y mucho te dirá de lo que eres.
Haz una abstracción, sitúate,
reconoce el propósito, la intención de estar aquí,
de ser quien eres y lo que de verdad quieres.


Hazte en ese manifiesto,
déjalo saber, siéntelo, pero más,
propón, bríndate, haz tu entrega.


Es cuando se activan tus filamentos,
los que se desprenden de ti e igualmente te llegan.
Es cuando abres circuitos para lo que esto es,
y según tu sensibilidad, tu percepción,
sabes cuánto activas, partiendo de lo que sabes,
todo es energía, y ese tu respiro, lo es.
Por eso lo atiendes así,
lo utilizas para lo que esta conexión es,
para lo que logras en ti.


Es que no hay otra forma.
Imagínate quién eres
que diste con la forma que Es,
y lo que anhelas,
en comunión con cada fotón activo,
en tu sentida y voluntaria propuesta,
en tu hermosa y profunda acción.
Y esa tu entrega, sin resistirte,
haciendo el ejercicio de comunión
 con lo que tu mente es, sin temerle.


Modulas todo, debes creerlo.
El recurso, ese tu respiro.
Vas conteniendo, soltando,
sosteniendo, considerando
y expandiéndote en la fuerza que eres.


Es saber modular lo que piensas,
que no te ataque, que no te agreda,
y lo brindas, desde la fórmula perfecta
que el Ser expresa:
esto soy, esto soy, esto soy.
¿Qué más hermoso que tu verdad,
asumida en ti, presente en ti, abierta?
Respiras eso, lo que tu verdad es,
en la proclama de ti,
sin exaltación, con humildad:
esto soy.


Respiras esa verdad con serenidad,
con sinceridad, con amabilidad.
Esto soy.


Lo que proyectas, recibes,
dentro de lo que los circuitos son.
Y presientes tanto,
más que esta serenidad, esta calma,
este respeto propio, esta actitud.
¿Qué más sería? ¿Qué más quieres?
¿Qué más necesitas?
¿Qué más esperas?


El respiro se encanta de lo que logras,
de cómo vibras, de lo dispuesto.
Es cuando permites que lo que la Conciencia es,
sea en ti, sabiendo lo que eres en la Conciencia,
sabiendo lo que entregas
y lo que te dispones a recibir.


Lo que se experimenta,
absolutamente nada, más allá de la quietud,
de la presencia misma, de la voluntad expresa,
del amor intrínseco, de la verdad dada,
de la realidad presente.
Nada.


Nuestra conciencia así, con propiedad,
sin arrebatamientos, acechos,
tensiones, malintenciones.
No existe nada de eso,
¿ante qué se presentarían?, si nada hay.
Ni te escondes, ni ignoras, ni temes.
Inmutabilidad.


Conciencia en amor,
verdad ganada, voluntad de entrega.
Renuncia a este fracaso.
El éxito de tu Ser,
 la cuenta regresiva a tu retorno
y la vía al Ser, inmersa en ti.


El no respiro, y te habla el silencio,
te abraza el gozo, no te limita nada.
Considera esa fe.
Existes en conciencia
 porque sabes que es lo único que Es.


Respira con la fuerza que sientas,
con el presente que existe,
y cómo existes en este presente.
Te atreves a confiar, a ser solo tu verdad,
a coincidir como Es y con quién Es,
y te propones más y, por sobre todo,
agradeces inmensamente.


Respiras a profundidad,
con encanto y alegría.
Esta es tu oportunidad,
no la pierdas vida mía.


Agradece al Ser,
agradece a la conciencia,
agradece a tu respiro
y más aún a tu voluntad,
la que creó todo, a conciencia,
en conciencia, por la conciencia y para la conciencia.
¿Qué más?


Respira.


Om Namaha Shivaya